Durante siglos, las abejas han beneficiado a las personas, las plantas y al planeta. Transportan el polen de una flor a otra y mejoran la producción de alimentos a través de la polinización. Contribuyen con ello a la seguridad alimentaria y a la nutrición y tienen un impacto positivo en el medio ambiente, ayudando a la biodiversidad y a los ecosistemas.
Los monocultivos, los pesticidas y las temperaturas cada vez más altas asociadas al cambio climático plantean serios problemas para la población de abejas y, por extensión, para la calidad de los alimentos cultivados. El descenso de la polinización también constituye una amenaza inmediata para la nutrición.
Para actualizar la información el Consorcio Agroecológico Peruano ha iniciado en el Perú una campaña orientada a exigir el retiro del mercado de los agrotóxicos que tienen una relación directa con la muerte de las abejas y cuyos efectos vienen siendo reportados en muchas partes del mundo denominados Neonicotinoides.
El asesino de las abejas
Respecto a la toxicidad de los neonicotinoides para las abejas, un artículo publicado en Science[1] en 2017, que analizó 33 lugares de tres países europeos que usan este plaguicida, encontró que en Hungría el número de abejas obreras de las colonias cercanas a los cultivos de canola tratados con clotianidina —plaguicida perteneciente a los neonicotinoides— había disminuido en 24 por ciento.
Otro estudio[2], realizado paralelamente por otro equipo de investigadores en Canadá y publicado en la misma edición de Science, encontró que las colonias de Apis mellifera expuestas a los neonicotinoides en campos de maíz durante cuatro meses también tenía menos abejas obreras e incluso algunas colmenas se habían quedado sin la reina.
Por su parte el fipronil actúa sobre las células nerviosas[3] de los insectos. Se usa comúnmente contra las plagas de los cultivos de manzanas, soja y girasol, y puede causar cambios de conducta en las abejas, como agitación, espasmos, temblores y parálisis.
Este pesticida es altamente tóxico para las abejas melíferas adultas derivadas del África (Apis mellifera L.), lo que conduce a una función motora deteriorada de estos polinizadores, según un estudio[4] (4) publicado el año pasado en Annals of the Brazilian Academy of Science.
Alerta a nivel mundial
Frente a las evidencias la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado, que tres polémicos insecticidas neonicotinoides —imidacloprid y clotianidina, fabricados por Bayer, y tiametoxam, de Syngenta— “en general” representan “un riesgo para las abejas silvestres [abejorro común y abeja solitaria] y las abejas melíferas”. Estos pesticidas, de uso frecuente en todo el mundo en cultivos de maíz, girasol, colza y algodón, están sometidos a restricciones en la UE desde 2013, en aplicación del principio de precaución.
También en los Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) ha anunciado una decisión provisional, en la que propone establecer restricciones al uso de los insecticidas neonicotinoides acetamiprid, clotianidina, dinotefuran, imidacloprid y tiametoxam. Los cambios propuestos por la EPA introducen medidas de mitigación de riesgos para insectos polinizadores, el medio ambiente y los usuarios de los productos.
En el Perú
A nivel de América Latina países como Chile, Argentina, Brasil y Uruguay vienen proponiendo alternativas para proteger la actividad apícola. En el Perú cerca de 40,000 familias que se dedican a la producción de miel, derivados y servicios de polinización sienten el peligro de perder sus colmenas debido al uso indiscriminado de los plaguicidas que afectan a las abejas.
Tal como fue mencionado en el foro Impacto de los Plaguicidas en los Polinizadores, realizado por el Consorcio Agroecológico Peruano, los apicultores de las regiones de Ica, Chincha, Huacho y Pucallpa manifestaron la perdida de colmenas y miles de abejas a causa de los plaguicidas.
Por esta razón, el Consorcio Agroecológico Peruano (CAP), exigen al actual gobierno una mejor legislación en relación con la apicultura nacional, con la finalidad de que se promuevan acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad y apoyen el desarrollo sostenible de la apicultura.
Pronunciamiento
El Consorcio Agroecológico Peruano y las organizaciones que la conforman así como los productores apícolas afiliados a la Confederación Nacional de Polinizadores Apícolas, presentaran un documento técnico de sustento para el retiro del mercado de los plaguicidas neonicotinoides, adjuntando los testimonios de los productores apícolas y un pronunciamiento de los participantes.